Alabado Sea Al-lah, Señor del Universo. Doy testimonio que nada ni nadie merece ser adorado sino Al-lah, y que Muhammad, sallallahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y mensajero.
¿Cuáles son los límites que existen respecto a imitar a los incrédulos? Si adoptamos todo lo nuevo o lo que ha sido recientemente descubierto, ¿se considera imitar? En otras palabras, ¿cuándo debemos considerar un acto como imitación de los incrédulos?
Ibn ‘Umar, que Al-lah Esté complacido con él, narró que el Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, dijo: “Quien imita a un grupo de personas es uno de ellos (es decir, estará con ellos en el Día de la Resurrección)”. [Abu Dawud]
El Imam Al Munawi y el Imam Al ‘Alqami, que Al-lah les Dé Su perdón, comentaron sobre la anterior narración diciendo: “Esto se refiere a quien se viste como ellos, imitándolos en su estilo, y se comporta como ellos, por lo menos en parte”.
El Imam Al Qari, que Al-lah le Dé Su perdón, agregó: “Esto significa que quien imita a los incrédulos, los desobedientes, los pecadores o los sufis, en cualquier manera, será uno de ellos; de igual forma, quien imita a los virtuosos estará con ellos (en la otra vida)”.
El Imam Ibn Taimiah, que Al-lah le Dé Su perdón, dijo: “El Imam Ahmad y otros usaban esta narración como evidencia para probar la prohibición de imitar a los incrédulos. Lo menos que uno puede decir respecto a la implicación de esta narración es que prohíbe la imitación. Por el contrario, esto puede significar que la persona que lo hace sale del Islam, según se entiende del dicho de Ibn ‘Umar, que Al-lah Esté complacido con él: ‘Quien construya en la tierra de los incrédulos, participe en sus festividades religiosas y los imiten hasta que muera, será resucitado con ellos’. Esta narración también implica la prohibición de la imitación parcial y que uno será como ellos de acuerdo a qué tanto los haya imitado”.
Existen dos formas en que los musulmanes pueden imitar a los incrédulos, una de las cuales es prohibida mientras que la otra es permitida.
La forma prohibida:
Esto es hacer algo que no es parte de nuestra religión y que es un rito exclusivo de los incrédulos, y hacerlo a sabiendas. Esto está definitivamente prohibido y puede ser uno de los principales pecados mayores. De hecho, algunas de estas acciones pueden alcanzar el nivel de sacar a la persona del Islam.
Estos reglamentos se aplican a una persona independientemente de si lo hace con la intención de imitar a los incrédulos, satisfacer sus deseos o por equivocación, siempre y cuando haya pensado que lo que estaba haciendo podría ser de beneficio para él.
Entonces, ¿uno se considera pecador si lo hace por ignorancia, como si celebra un cumpleaños sin saber de la prohibición islámica de hacerlo? La respuesta es que la persona no es pecadora hasta que sea informado de la prohibición islámica de hacerlo, y aún así insista en lo que estaba haciendo.
La forma permitida:
Hacer lo que no fue originado por los incrédulos, y que tanto musulmanes como incrédulos comúnmente practican. Este tipo no está incluido en la prohibición de la imitación, pero quien lo hace perderá la recompensa de diferenciarse de los incrédulos.
Imitar a la gente del Libro y otros incrédulos en los temas mundanales está permitido, pero con las siguientes condiciones:
· Que el acto no sea parte de sus tradiciones y costumbres distintivas.
· Que no sea parte de ninguno de sus ritos religiosos, la única forma de cerciorarse de esto es consultar al Corán o la Sunnah del Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam. Un ejemplo de esto es inclinarse para saludar a una persona, lo cual está prohibido y era la práctica de naciones anteriores, como nos informa el Corán.
· Que no existan textos claros en el Islam sobre la permisión o prohibición de tal acto; pero si ha sido establecido, entonces debemos apegarnos o abstenernos de él según sea exigido o prohibido en el Islam.
· Si no implica contradecir ningún mandato o reglamento en el Islam.
· Que no sea parte de sus festividades religiosas.
· Que no transgreda los límites en caso de una necesidad.
El Sheij Ibn ‘Uzaimiah, que Al-lah le Dé Su perdón, fue preguntado acerca de cómo juzgar si lo que uno está haciendo es imitar a los incrédulos o no, a lo que él respondió: “Imitar es hacer lo que es exclusivo de los incrédulos, pero hacer lo que se ha vuelto comúnmente practicado tanto por musulmanes como por incrédulos, no está incluido en la definición de la imitación prohibida, a menos que esto sea prohibido por otra razón específica, como si el acto es una parte de sus símbolos o ritos religiosos. Si ellos (los incrédulos) dejan de considerar el acto (o la ropa) como un símbolo religioso, entonces la prohibición (islámica) es levantada, como lo sostuvo el Imam Ibn Hayar, que Al-lah le Dé Su perdón”.
El Comité Permanente de Investigación Islámica y Fatwa, fue consultado sobre lo siguiente: ¿Permite el Islam a los musulmanes practicar algunos de los hábitos y costumbres no islámicas de los incrédulos, tales como las los europeos, vistiendo como ellos durante las bodas o permitir a sus hombres entrar a la presencia de nuestras esposas y otras mujeres que no están vestidas con el Hiyab completo durante la fiesta de bodas; y está permitido dejar que el fotógrafo haga lo mismo, sea o no pariente?
La respuesta que el Comité dio a esta pregunta, fue: “Alabado Sea Al-lah, Señor del Universo. Doy testimonio que nada ni nadie merece ser adorado sino Al-lah, y que Muhammad, sallallahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y mensajero. Los musulmanes, tanto hombres como mujeres deben adherirse a la moral islámica y están obligados a actuar de acuerdo con sus enseñanzas en las bodas, comidas, vestimenta y todos los demás aspectos de la vida. No está permitido para ellas (las mujeres) imitar a los incrédulos en su vestimenta, como los muchachos que usan ropas estrechas que modelan su cuerpo o ropa corta que no cubre su pecho, sus brazos, su cuello, su cabello… (ya que esto no cumple las condiciones del Hiyab). También está prohibido imitarlos en la forma de comer, como comer usando la mano izquierda o la mezcla entre hombres y mujeres en una mesa, o en una sala, donde intercambian bromas y risas. Tampoco está permitido que los esposos o los fotógrafos entren a la sección de las mujeres (de los salones de bodas), porque esto tiene mucho mal. Los musulmanes debemos adherirnos a lo que nos enseñó nuestro Profeta, sallallahu ‘alayhi wa sallam, puesto que él no ha dejado ninguna cosa buena sin habernos guiado hacia ella, ni ningún mal sin que nos haya advertido contra él y nos lo haya prohibido; y el imitar a los incrédulos es una de las cosas que él, sallallahu ‘alayhi wa sallam, nos ha prohibido hacer; de otro modo, la corrupción se esparcirá en la tierra”.
En otra ocasión, el Comité Permanente de Investigación Islámica y Fatwa fue consultado sobre otros temas relacionados con imitar a los incrédulos: “¿Cuál el tipo de imitación (a los incrédulos) que el Islam prohíbe? ¿Está esto limitado a los temas que son exclusivos de los incrédulos o también se incluye lo que se ha vuelto comúnmente practicado tanto por musulmanes como por incrédulos, incluso si ha sido originado por ellos, tales como (usar) pantalones y trajes? Si cierto acto de conducta es conocido por ser propio de los pecadores, pero no de los incrédulos, ¿estará incluido en la prohibición también? ¿Usar trajes, como los que se usan en Europa, está incluido en lo que se considera imitación de los incrédulos, y cuál es el alcance de su prohibición? ¿Esto es simplemente desagradable o está realmente prohibido? ¿Está prohibido usar pantalones que marquen el ‘Awrah (es decir, las partes del cuerpo que deben ser cubiertas de acuerdo al Islam); y (si lo es) están incluidos los muslos en el ‘Awrah que no debe ser marcado por la ropa estrecha? ¿Qué si uno evita que el ‘Awrah se marque usando ropa ancha? Y, si es así, ¿sigue siendo no recomendable usar pantalones? ¿Cuál es el reglamento general respecto a usar pantalones ajustados?
La respuesta fue la siguiente: “Alabado Sea Al-lah, Señor del Universo. Doy testimonio que nada ni nadie merece ser adorado sino Al-lah, y que Muhammad, sallallahu ‘alayhi wa sallam, es Su siervo y mensajero. La imitación prohibida es la de tradiciones y costumbres que son exclusivas de los incrédulos o en temas en los que ellos han innovado en su religión, creencias y actos de adoración, como imitarlos en rasurarse la barba, suplicar a las personas (supuestamente) virtuosas a quienes ellos suplican por ayuda, circunvalar las tumbas de los muertos, sacrificar (animales) para sus muertos, tocar campanas, colgar crucifijos y cruces fuera de la casa o en el cuello, tatuarse el brazo, y cosas de esas, las cuales reflejan la glorificación de las creencias cristianas. El reglamento para la imitación varía; algunas veces alcanza en nivel de la incredulidad, como cuando una persona los imita en buscar ayuda y apoyo de sus muertos o buscar las bendiciones de la cruz; por otro lado, puede que esto solo esté en el nivel de ser prohibido, como rasurarse la barba o felicitarlos durante sus festividades religiosas. Es digno de mencionar aquí, sin embargo, que el restar importancia a la imitación en temas prohibidos podría eventualmente llevar a imitarlos en asuntos que podrían hacer que uno salga del Islam. Respecto a usar pantalones, el reglamento general concerniente a la vestimenta es que está permitido, y Dice Al-lah (lo que se interpreta en español): {Diles [¡Oh, Muhammad!]: ¿Quién os ha prohibido engalanaros y beneficiaros de todo lo bueno que Al-lah os ha proveído?...} [Corán 7:32] Nada debe ser excluido de esto excepto lo que está sustentado por evidencias, como que un hombre use seda o que tanto hombres como mujeres usen ropa estrecha que modele el cuerpo o sea transparente, de manera que el color de la piel se vea por debajo de ella o ropa que sea conocida por ser de los incrédulos, u hombres que usen ropa de mujer o mujeres que usen ropa de hombres, todo lo cual es prohibido porque existen textos que lo prohíben específicamente. Los pantalones no son exclusivamente de los incrédulos, porque muchos musulmanes los usan en diferentes países. Por otro lado, algunos países musulmanes no aprueban esto (es uso de pantalones) porque no están acostumbrados a eso, y si uno vive en esos países debe evitar el usarlos, especialmente cuando sale para rezar o cuando está en lugares públicos o en la calle”.
Existen muchas sabias razones detrás de la prohibición de imitar y/o parecerse a los incrédulos, algunas de las cuales son:
Primera: La prohibición de imitar a los incrédulos corta el camino que lleva a amarlos o inclinarse hacia ellos. El Imam Ibn Taimiah, que Al-lah le Dé Su perdón, afirmó que el amarlos o inclinarse hacia ellos lleva a la persona eventualmente a preferir sus caminos e imitarlos en todos sus modales, características y moral, ya que así es la naturaleza humana; esto continuará hasta alcanzar el nivel en que los demás no podrán distinguir entre los musulmanes y los incrédulos. Más aún, esta imitación podría llevar a un mal mayor: la desobediencia misma; porque con el tiempo la imitación externa resulta naturalmente en imitación interna.
Segunda: La prohibición de imitar a los incrédulos preserva y protege la identidad de la nación islámica.
Tercera: Las acciones de los incrédulos son imperfectas o deficientes, y el no imitarlas protege a los musulmanes de tal deficiencia e imperfección. El Imam Ibn Taimiah, que Al-lah Esté complacido con él, dijo: “Las acciones de los incrédulos son dañinas o incompletas e imperfectas, porque ellas son innovaciones o están abrogadas”.
Cuarta: Al no imitar a los incrédulos se cumple con la obligación de rechazarlos y repudiarlos por la causa de Al-lah. El Islam ha establecido que los musulmanes debemos rechazar la incredulidad, incluso la de nuestros parientes cercanos.
Quinta: El no imitar a los incrédulos capacita a las personas para distinguir entre los musulmanes y los que no lo son, evitando así que otros puedan ser engañados por los incrédulos y los confundan con musulmanes.
articulo de islamweb.net
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